Ser madre o padre es un viaje lleno de sorpresas, desafíos y momentos inolvidables. Cada experiencia es diferente. No hay dos caminos iguales.
Nos hablan mucho de la aventura de ser padres antes de serlo, de los años de dormir mal, las bronquitis y todo el abanico de “itis” que nos acompañarán durante años y de la adolescencia como un auténtico desafío casi convertido en campo de batalla. A pesar de todo, nos embarcamos en esta “terrible aventura” porque la maternidad y la paternidad será, sin duda, uno de los viajes más importantes de nuestras vidas.
Ser padres es como hacer el Camino de Santiago. Lo piensas durante años y decides cuándo, cómo y con quién hacerlo. Entrenas para llegar hasta el final sin lesiones, ni imprevistos; preparas la mochila, planificas las etapas y eliges dónde descansar, comer y dormir. Incluso, imaginas cómo será llegar a la meta, a La Plaza del Obradoiro. Y un buen día, comienzas la marcha.
En el camino, descubres sitios inesperados y conoces a personas de todo tipo. Te enfrentas a imprevistos con la climatología. A veces, el camino se hace más duro y, otras, más sencillo de lo esperado. Recuerdas consejos y anécdotas de otras personas que tuvieron la experiencia antes que tú, pero este es tu camino; no hay dos iguales. Años después, puedes decidir repetirlo y vuelves a vivir un nuevo camino en el que algunas cosas que aprendiste siguen siendo útiles, mientras que otras ya no lo son. Encuentras nuevas personas y llevas en tu mochila experiencias pasadas y nuevas expectativas. De nuevo, llegas a “La Plaza” y, otra vez, es diferente.
Pues sí, ser madre y padre es muy parecido, lo imaginas de un modo: cada persona te cuenta su experiencia, te das un tiempo para prepararte y preparar todo, pero siempre hay cosas nuevas. La llegada y crianza de cada hijo o hija es diferente, y cada etapa te trae oportunidades de aprendizaje, de superación y de disfrute. Acompañar a tus hijas e hijos para que sean unas personas adultas, independientes, responsables y sanas es algo maravilloso, al igual que cada Camino de Santiago.
Como directora de Delfo Psicología y Bienestar, soy muy consciente de que cada etapa evolutiva tiene su propia “Plaza” y despierta una mezcla de emociones diferentes en tu camino de maternidad o paternidad. Por ello, te acompañamos para vivir plenamente esta experiencia a través de grupos y talleres guiados por un equipo psicopedagógico muy especializado. También, te ofrecemos asesoramiento psicológico individual, de pareja o familiar para superar las dificultades que pudieran surgir.
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